En Rivera (Huila), en las instalaciones del seminario mayor diocesano, se realizó recientemente el VII ENCUENTRO NACIONAL DE OBISPOS, VICARIOS DE PASTORAL Y ANIMADORES DEL SINE, por convocatoria de la Red de Nueva Evangelización y el generoso auspicio de la diócesis de Neiva en cabeza de su obispo Monseñor Froilán Casas Ortiz. 

Bajo el lema “compartiendo la alegría de Cristo y el gozo de anunciarlo”, el Encuentro se realizó desde el lunes 29 de julio hasta el jueves 1 de agosto del presente año con el fin de “reavivar el don de Dios”, entendiendo que la nueva evangelización, más que un reto y una exigencia de la Iglesia, es un don del Señor para estos tiempos de la Iglesia, y, así también, el Sine un tesoro que ha brotado de la más exquisita tradición eclesiástica y del dinamismo de la fe. 

En un ambiente de fraternidad y entusiasmo pastoral, favorecido por la exquisita y generosa hospitalidad del obispo y la iglesia diocesana de Neiva, el encuentro fue transitando por unos muy bien distribuidos momentos de celebración litúrgica, de formación académica, socialización de experiencias y de encuentros con la cultura huilense, de tal manera que este evento quedó gratamente grabado en la mente y en los corazones de todos los participantes. Hasta hubo ocasión para disfrutar las recomendadas y saludables aguas termales del lugar y un grupo alcanzó a visitar el desierto de la Tatacoa en el municipio de Villa Vieja. 

El objetivo propuesto, reavivar el entusiasmo y el compromiso por la misión y la pastoral de la Iglesia en nuestras jurisdicciones eclesiásticas apoyados en la riqueza del Sine, con especial interés por la evangelización y el acompañamiento pastoral de los niños, los jóvenes, las familias y los movimientos apostólicos, se consideró suficientemente alcanzado y esto también hizo que los obispos, sacerdotes y laicos participantes valoraran mucho el Encuentro. 

Veinticinco obispos, 45 sacerdotes y un grupo de laicos colaboradores conformaron una muy representativa asamblea eclesial que sumó 98 participantes directos, pero que también involucró a miles o millones de fieles gracias a la capacidad técnica y el compromiso misionero del canal Cristovisión que transmitió la mayoría de los momentos previstos en la Agenda. Precisamente, hago eco del coreado “Dios les pague y les multiplique en bendiciones” a la familia del canal Cristovisión, a la comunidad del seminario mayor San Esteban, al presbiterio y los fieles de la diócesis de Neiva y de manera especial a su obispo, Monseñor Froilán, al Rector del Seminario y al Vicario Episcopal para la pastoral. 

Mención de gratitud también a los señores obispos que presidieron las liturgias, a los que apoyaron los momentos académicos, especialmente a los excelentísimos señores obispos: Froilán Casas Ortiz, Rigoberto Corredor Bermúdez y Roberto Ospina Leongómez que enriquecieron particularmente el evento con sus respectivas ponencias. También nuestro reconocimiento a los presbíteros Víctor Manuel Ordóñez, Elkin Arenas, Héctor Mario Rincón, Juan Antonio Camero, Edwin Yunda y Adalberto Montoya, quienes acompañados de algunos laicos de sus respectivas iglesias particulares nos mostraron con testimonios que la nueva evangelización es una realidad ya floreciente en muchos lugares de Colombia y que el Sine es un especial y valiosísimo diseño para la misión y la pastoral de la Iglesia hoy, avalado por los muchos frutos que ya se perciben. 

Pero, finalmente, especial reconocimiento a cada uno de los señores obispos, presbíteros y laicos que se “echaron la rodadita” hasta las cálidas, hermosas y hospitalarias tierras del Huila para honrar y enriquecer con su presencia este magno acontecimiento del VII ENCUENTRO DE OBISPOS, VICARIOS DE PASTORAL Y DIRECTORES DEL SINE , una exquisita experiencia de la obra del Espíritu Santo en concordancia con el ardor misionero, la pasión evangelizadora y el celo pastoral de un significativo grupo de obispos y presbíteros de las iglesias particulares de Colombia. Todo ello también queda registrado como un especial aporte a la evangelización y la transformación social de la nación según los valores del Reino de Dios, con ocasión del Bicentenario de la independencia patria. 

La gloria sea ante todo para Dios y la honra para la Santísima Madre del Salvador, en quien nos apoyamos para que las gracias del Encuentro se multipliquen y perpetúen, y por eso con Ella suplicamos al Señor: "Discípulos y misioneros tuyos, queremos remar mar adentro, para que nuestros pueblos tengan en Ti vida abundante, y con solidaridad construyan la fraternidad y la paz" .